El enoturismo no ha de centrarse en ver el acero inoxidable de la bodega.
En el enoturismo, el vino es la mejor excusa para viajar.
Los enoturistas buscan experiencias y vivencias en torno al vino. Desean emocionarse escuchando las historias de la bodega y disfrutar por los viñedos de una experiencia única.
La mayoría de las actividades de enoturismo que a día de hoy se vienen desarrollando consisten en visita al viñedo, a la sala de elaboración de la bodega, a la sala de crianza y cata de dos o tres vinos dependiendo del precio.
Las explicaciones que en las visitas guiadas reciben los enoturistas se centran en clases magistrales de viticultura en el viñedo, de enología en la sala de elaboración y de análisis sensorial del vino en la sala de cata.
Para los “más frikis” del mundo del vino, ese Plan nos encanta,… pero ¿podemos afirmar que a la gente lega en la materia esta experiencia les atrae o entusiasma?
Yo creo que no. Todos no tenemos los mismos gustos gracias a Dios.
“Para gustos colores”, como bien dice el famoso dicho popular.
Si estamos de acuerdo en esta premisa, hemos de crear un catálogo de actividades para todos los públicos.
El buscador de enoturismo Catadelvino.com fue el primer portal Web en categorizar el enoturismo en Enoturismo:
- Al aire libre.
- Con alojamiento.
- Gastronómico.
- Cultural
- De aventura.
- Lúdico.
- En pareja.
Efectivamente, en estas siete categorías podemos encasillar todas las actividades de enoturismo que se realizan en el mundo.
Por poner un ejemplo, Catadelvino.com en el enoturismo de aventura incluye una ruta a caballo dirigido tanto a adultos y niños en el que los participantes pueden disfrutar del paisaje del viñedo, de los bosques de la zona, sus ríos y bancales.
El Guía les explicará de cómo influye el territorio y el clima en los aromas y la calidad de los vinos. Les pedirá que respiren profundamente y que guarden en la memoria todos esos olores que posteriormente encontraran en la copa de vino que degustaran.
Estarás pensando que no todas las bodegas tienen caballos en su finca. Totalmente de acuerdo. No tienen caballos pero cuentan con Clubs de Hípica en los alrededores con los que pueden suscribir acuerdos de colaboración. En este tipo de convenios la Bodega, directamente o a través de sus canales de venta, se encarga de comunicar a sus clientes actuales y potenciales la posibilidad de disfrutar de esta experiencia única e inigualable. Una vez formado el grupo y establecida la fecha de celebración, acudirá el técnico de equitación con un camión en el que transporta los caballos para disfrutar de esta maravillosa experiencia.
Mismo se puede realizar con empresas de alquiler de segways, bicicletas, globos aerostáticos, helicóptero, 4×4, quads, buggies, etc
Como decimos en el titular de este post, hemos de ofrecer a los enoturistas otras alternativas que no se centren en ver única y exclusivamente la despalilladora, prensa, depósitos de fermentación. A eso le llamamos enoturismo industrial. Es la típica y acostumbrada visita tradicional de la que los visitantes terminan cansados.
Hemos de romper con la monotonía y sorprender al enoturista.
Otras actividades más tranquilas y sosegadas son las de enoturismo gastronómico. Podemos contratar a un catering que monte unas borriquetas y tableros en el viñedo para que los enoturistas puedan disfrutar de un maravilloso y placentero picnic en el viñedo.
El objetivo de este post no está en estresar a los responsables de enoturismo de las bodegas, sino en crear experiencias enoturísticas de especial atractivo para los diversos gustos del público que desea visitar nuestras instalaciones.
Si todas estas posibilidades que el enoturismo puede ofrecer resultan complicadas, lo más sencillo es contar a los enoturistas lindas historias. Considero que muchas bodegas encierran una historia de sonrisas y lágrimas, de cómo surgió la idea de elaborar vino, de las generaciones de la familia que vienen produciendo vino a lo largo de los siglos, del por qué el enólogo quiso crear ese tipo de vino…
Cuando hablamos de historias no nos referimos a las clases magistrales de viticultura, enología y análisis sensorial. Nos referimos al hecho de lograr que el enoturista se emocione.
Recordemos que a muchos enoturistas el acero inoxidable de las bodegas… no les emociona.